A lo largo de la vida de una persona, puede que le de curiosidad e interes en preservar ciertos momentos de su vida. Haciendo un repaso de mi corta existencia en este mundo, me he dado cuenta que no he visto a alguien en la familia procurando tomar fotos en cada ocasión que nos reuniamos, o en cada evento especial. Quizás porque en los años 90, el tener que comprar una cámara, el rollo o película fotográfica suponía tener en cuenta ciertos detalles (que aún con la disponibilidad de camaras desechables, nadie quería tener responsabilidad de más o no había la real necesidad), y no muchos en mi familia se atrevían a tomar ese paso hacia ese objetivo final que es preservar alguno que otro momento de nuestras vidas. Eso se traduce en pocas fotos de mi infancia. No me molesta, ya que el tener pocas fotos, hace que le tengamos un valor especial a esos pocos momentos de los cuales si hay fotografías.
Pero con la entrada de la fotografía digital, todo se hace más facil. Cuando se compró la primera cámara digital, teníamos 3 computadoras personales lo que hace conveniente el uso de memorias para guardar fotos y compartirlas con los demás. No solo esa conveniencia hizo que aumentara la cantidad de fotos en nuestra familia, sino que hizo despertar mi curiosidad por la fotografía. La primera cámara digital que recuerdo haber usado fue la Sony Cybershot DSC-P73 pero no era mia, sino de mi hermana.
De izquierda a derecha. DSC-S40, DSC-W170, NEX-5. |